A educação filosófica dos educadores: trabalho pedagógico e formação humana à luz do materialismo negativo

Abstract

This study has two general objectives, quite simple: 1) to make a critical- negative balance of educator education policies and the debate about the centrality or not of work as a vital activity or fundamental socio-philosophical category in the understanding of the world contemporary, and therefore in the praxis formation itself of education professionals, so that, from there, it is possible to evaluate with relative certainty, the limitations of the order of the political strategy, originating from the formative proposals made by Gramscinians, Luckasians, Frankfurtians, Habermasians , to be only in the field considered of the left, with the aim of suggesting that the bureaucratic and ideological control that is exerted on the educational work of the educators, constitutes the crucial focus of the disputes, that occur (or not) within the schools, around the conceptions of education / school / formation / process in (2) to make a negative education proposal for educators, not to improve it and / or to improve it, but within a (Negative) Education Philosophy and supported by a certain Marxist tradition, advocate the a human formation project based on a transitional logic, which aims to constitute a bridge to an emancipated political formation, since it is already known, since the Communist Manifesto, that before the forces of reaction, there is really only political education, when there are conflicts / confrontations of material / symbolic interests between two or more strata / social classes, so that it is in the process of resistance to the invested of control of managers / advisors / bureaucrats / ideologists about their political- pedagogical work, that educators will be able to learn , because they are intelligent, that an education that wants to emancipate, both for students, as well as for themselves, is only done with substantial autonomy and, therefore, the process of self-construction of their personal / professional identities, depends exclusively on the praxical disposition to act to transgress this reality, since there is no promising future for both within the limits imposed by the Pedagogy of Capital.

Este estudio tiene dos objetivos generales, bastante sencillos: 1) hacer un balance crítico-negativo de las políticas de formación de los educadores y del debate en torno a la cuestión de la centralidad o no del trabajo como actividad vital o categoría socio- filosófica fundamental en la comprensión del mundo y, por lo tanto, en la propia formación práxica de los profesionales de la educación, de modo que, a partir de ahí, se pueda evaluar con relativa seguridad, las limitaciones de orden de la estrategia política, oriundas de las propuestas formativas hechas por gramscinianos, luckasianos, frankfurtianos, habermasianos (...), de los suyos, foucaultianos y congeneres, para quedarse sólo en el campo considerado de las izquierdas, con vistas a sugerir que el control burocrático e ideológico que se ejerce sobre el trabajo pedagógico de los educadores, se constituye en el foco crucial de las disputas, que ocurren (o no) en el interior de las escuelas, en torno a las concepciones de educación /escuela/formación / proceso en Sino-aprendizaje y por lo tanto 2) hacer una propuesta de educación negativa de los educadores, no para mejorarla y/o mejorarlo, pero dentro de una filosofía de la educación (negativo) y con el apoyo de una cierta tradición marxista, defensora un proyecto de formación humana basado en una lógica transitoria que pretende constituirse en un puente hacia una formación política emancipada, pues ya se sabe, desde el Manifiesto Comunista, que ante las fuerzas de la reacción, sólo hay realmente educación política, cuando ocurren conflictos / enfrentamientos de intereses materiales/ simbólicos entre dos o más estratos/clases sociales, de modo que, es en el proceso de resistencia a las investiduras de control de gestores/asesores/ burócratas/ ideólogos sobre su trabajo político-pedagógico, que los educadores tendrán las condiciones de aprender , pues son inteligentes, que una educación que se pretenda emancipadora, tanto para estudiantes, así como para sí mismos, sólo se hace con autonomía sustancial y, por lo tanto, el proceso de auto-construcción de sus identidades personales/profesionales, depende, exclusivamente, de la disposición praxica en actuar para transgredir tal realidad, ya que no hay futuro prometedor para ambos, dentro de los límites impuestos por la Pedagogía del Capital.